7 Señales que apuntan a un despertar de la consciencia.
De pronto puede haber un momento en tu vida en que comienzas a sentirte extraño y a experimentar sensaciones que antes no tenías.
Cómo podemos detectar que estamos atravesando un despertar de la consciencia ?
Para comenzar puede ser útil tratar de definir que es un despertar de la consciencia. Un despertar implica un proceso de transformación interior en el que empiezas a tomar conciencia de ti mismo.
Despertar es abrir los ojos a la realidad que siempre ha estado allí, pero nunca has podido ver por las distorsiones de tu mente.
No necesariamente este proceso puede ser tan fácil de digerir. A veces nos hacemos más existencialistas en relación a quiénes somos y cuál es nuestro propósito en toda la arquitectura del universo.
En este período podemos hacernos preguntas tales como: ¿ Existe un propósito basado en nuestros talentos ? ¿Somos seres que venimos a experimentarnos como seres divinos ?
Todas estas preguntas y la búsqueda de sus respuestas pueden modelar lentamente un proceso en el que está ocurriendo un despertar de la consciencia.
No estás solo
Muchas personas a nivel global están comenzando a experimentar ciertas señales de ese despertar, sin entenderlas bien. La humanidad evoluciona hacia una vibración sustentada en el amor para dejar atrás paradigmas apoyados en el miedo.
La idea de la separación poco a poco comenzará a sustituirse por un modelo basado en la unidad, cuyo enunciado fundamental es que Todos Somos Uno. Formamos parte de un macrocosmos que se manifiesta en el aquí y en el ahora.
Hablemos de las señales..
Si estás experimentando un despertar de la consciencia puede que comiences a percibir algunas de las señales que a continuación te mencionamos.
1. Tus intereses de la vida comienzan a cambiar
De repente comienzas a verte como una persona con intereses distintos a los que tenías anteriormente. Puedes, por ejemplo, observar que las conversaciones con tus amigos ya no tienen el mismo sentido que le dabas antes. En pocas palabras tu percepción del mundo comienza cambiar. Lo que antes te gustaba o te parecía importante ya deja de tener ese atractivo.
Un cambio de perspectiva comienza a modelarse en tu interior que empieza a crear un pensamiento distinto para ayudarte a construir una realidad distinta en tu entorno.
El despertar de consciencia implica la apertura de un mundo nuevo ante ti y esta nueva perspectiva de la realidad comienza a atraparte. Te comienzas a interesar por este nuevo mundo y a tratar de entenderlo mejor.
2. Un impulso para investigar y saber más
Aparece una necesidad para entender más sobre este despertar. A pesar que no entendemos a cabalidad qué significa eso del despertar, te das cuenta que quieres conocer más.
Dicha sed de conocimiento implica la lectura de libros, asistir a charlas físicas u online, ver videos, rodearse de personas que te puedan ayudar a comprender este renacer, se inicia un acercamiento hacia los maestros u orientadores en esta área.
Te comienzas a interesar en temas de la metafísica, de los ángeles, de la sanación, sobre el equilibrio energético, entre otros. Crece tu apetito para estudiar y conocer culturas milenarias que nos han dejado un enorme legado de información en esta materia.
Así mismo, comienzas a desarrollar nuevas rutinas que implican actividades o prácticas que te ayudan a entenderte mejor. Por ejemplo, la meditación, técnicas de liberación emocional, rutinas de ejercicios basadas en el manejo de la energía, entre otros.
Hay una necesidad de aprender y de buscar información para crecer y evolucionar. Son los albores de la búsqueda del maestro, sin embargo, debes recordar que el maestro no se busca, él llega en el momento en que estamos preparados para avanzar.
Hay una sensación de querer llenarte de todo lo que está en el entorno y que antes no percibías. Es una sed por aprender sobre ese nuevo conocimiento.
3. Compartir con el mundo lo que nos ocurre
El tercer síntoma es una necesidad de decirle al mundo lo que te está pasando para mostrarles tu nuevo yo.
Sin embargo, la gente que te conoce de una determinada forma no comprenden muy bien lo qué te está ocurriendo. Siempre hay un malestar en tu entorno como si hubiera algo mal en ti..
Hay una necesidad imperiosa de querer que los demás sepan lo que te pasa.. y por sobre todo compartir ese entendimiento de una nueva realidad que antes no entendías. Es un período muy hermoso, pero a la vez un poco enrevesado, pues logras entender algunas cosas con mayor detalle pero a ciencia cierta no sabes cómo manejar esta información.
Comienzan a hacerse frecuentes experiencias basada en la intuición y en la conexión con el mundo de naturaleza espiritual. Podríamos hablar de una experiencia de unidad durante la meditación, una sincronicidad en el que estabas pensando en algo que luego se materializaba en tu realidad inmediata, o la sensación muy fuerte que te conectas a una energía inteligente..
Tienes una necesidad imperiosa de compartir todas estas experiencias con tu entorno.
Algunos maestros hablan que la enseñanza es la mejor forma para aprender. A veces pensamos que para enseñar debemos disponer de la información que vamos a enseñar en un 100 %. Sin embargo, no necesariamente es así..
Comprender que todo está en movimiento y que cada minuto aprendemos algo nuevo, amplia este concepto de la enseñanza. Nadie posee el conocimiento en su totalidad y una forma de experimentarlo y aprenderlo mejor es precisamente enseñando.
4. Necesidad de estar solo
Al darte cuenta que al querer compartir tu experiencia, te comienzas a dar cuenta que no tienes muchas personas con quien compartirlo y se comienzan a enrarecer tus relaciones interpersonales.. Dejas de fluir con ese entorno y comienzas a alejarte de ese entorno.
Aparece un deseo de investigar y estar contigo mismo para experimentar ese nuevo yo o tal vez esta nueva experiencia vibratoria.
Existe empatía con aquellos que trabajan seriamente en estas áreas de exploración, pero a la vez te alejas de los charlatanes u otras personas que de poca credibilidad y profundidad en esta materia. La intuición hace su trabajo por sí misma. Al principio es una voz muy leve que luego comienza a tener más presencia. Si la sigues con calma, sabrás que no te equivocarás en la decisión que tomes, siendo ella la fuente de la sabiduría.
5. Tus hábitos se hacen mas saludables
En esta etapa aparece una consciencia de querer cuidarte más a ti mismo. Es como tratar de alcanzar un estado de mayor pureza que implica una condición basada en la salud integral.
Comienzas a preocuparte más sobre tu alimentación, sobre la conexión con la fuente y por ende con la naturaleza. Comprendes que si bien somos entidades espirituales e inmortales, debemos y tenemos que cuidar de nuestro templo que transitoriamente es nuestro cuerpo y desde donde nos experimentamos como seres divinos.
Al tener una salud integral nos depuramos para conectarnos mejor al mundo espiritual. Definitivamente esto puede llevarnos a un cambio importante en nuestros hábitos y entender que la salud depende de ellos.
Una buena alimentación, hacer ejercicios, meditar, cambiar tus hábitos de sueño y entender la importancia de dormir bien, pueden ser algunos de estos cambios que acompañan a este despertar de la consciencia.
Así mismo puede observarse que aparece un respeto y aprecio importante por la naturaleza. Ya los conceptos del entorno y de la ecología no son meras abstracciones. Sentimos que somos parte de ese gran ecosistema y que para evolucionar debemos cuidar de él. Es el respeto a la naturaleza la que precisamente abre las compuertas a un mayor despertar.
Cuando abrazas a los árboles puedes conectarte a la tierra y a la fuerza de la fuente.
6. Aumenta la Auto Consciencia
Te vuelves un observador de tí mismo, de tus pensamientos, de tus reacciones, de tu realidad circundante.
Comienzas a hacerte responsable de tus creaciones mentales y comienzas a entender que la relación de tu pensamiento, la palabra y la acción es ineludible. Si los vectores se alinean estás en franca sintonía con el universo creador. Si los vectores se desalinean generas realidades oscuras y molestas, para modelar experiencias, que sin ser buenas o malas, no te ayudan a evolucionar.
Nuestro entorno y nuestra realidad se convierten en el monitor de tu mente. Tu película es tu vida, que comienza a decirte que debes cambiar y que no.
Al hacerte más consciente de quién eres, puedes comenzar a entender o intuir que la idea es caminar hacia la paz y la felicidad. Todo en este planeta son meras herramientas para navegar hacia la alineación y por ende hacia la paz.
Dicen unos versos de una oración utilizada en la técnica del Ho’oponopono: «No la paz del mundo, solo mi paz. La paz del yo». Al entender esta frase, comprendes que la paz individual es la que nos hará caminar hacia un mundo en paz y no al contrario.
Ahora cuando las cosas te ocurren no respondes al mundo de forma violenta sino que comienzas a darte cuenta que las cosas no son casuales. Tratas de entender por qué esas cosas te están pasando, y lo que intenta decirme una experiencia en particular en favor de mi proceso de crecimiento y evolución.
No te quedas en la mera fachada de los hechos sino que tratas de conectar todo lo ocurrido para armar un rompecabezas cósmico de la naturaleza de tu realidad personal.
En este momento puede que algunas entidades que siempre nos acompañan te ayuden a entender un poco mejor lo que ocurre a través de las sincronicidad de los hechos. De allí que comenzamos a entender la importancia de confiar y fluir con el universo, que finalmente sabe lo que es mejor para nuestro proceso de evolución.
Te vuelves un observador de tus experiencias y te conviertes en tu propio laboratorio para comenzar a experimentar tu propio crecimiento.
Me veo y me experimento y al hacer esto conozco más de mi mismo. Es como una auto-observación continua de nuestros procesos y reacciones ante lo que nos ocurre.
7. Tu intuición crece de forma importante
Tu conexión con el universo que nos circunda se hace más fuerte. Empiezas a percibir cosas que antes no percibías.
Por ejemplo, comienzas a comprender cosas que antes no sabías, la información que necesitas te llega de forma fluida y en el momento indicado. Comienzas a meditar más y de forma más comprometida.
Estarás atento a los mensajes de nuestros compañeros espirituales, que en forma de ángeles u otras figuras muy inteligentes nos acompañan en este proceso.
Así mismo comienzas a entender la importancia de la gratitud como un mecanismo fundamental para la creación de las realidades que deseas.
Hay muchas sincronicidades en la que comienzas a ver señales que te van dirigiendo en el camino de tu crecimiento espiritual. Por ejemplo, una determinada página que se abren al caer un libro, anuncios repetitivos en la calle, te topas con plumas de aves, si dispones de una mazo de cartas de los ángeles toda la información que se te da comienza a tener sentido y sincronicidad en tu vida.
Conclusiones
Un despertar implica un proceso de transformación interior en el que empiezas a tomar conciencia de ti mismo. En este proceso podemos detectar un conjunto de señales que nos pueden ayudar a entender este periodo de despertar a una nueva consciencia.
El despertar de la consciencia puede inicialmente aislarnos de nuestro mundo y lanzarnos o polarizarnos a un extremo, pero solo son períodos de tiempo donde se procesa un cambio, para luego poco a poco permitirnos regresar al centro.
Hay una nueva forma de ti que despierta en consciencia sin importar si tu entorno está despierto o no. En todo caso el proceso de evolución espiritual implica entender nuestro rol para ayudar a los demás a despertar.
Recuerde el lector que estos procesos son muy lentos e implican a veces cambios muy sutiles, pero llega un momento en que pareciera que todo se despliega en tropel. Hay una sensación de extrañeza o de entendimiento distinto de nuestra realidad.
El vector que normalmente miraba hacia afuera ahora comienza a mirar hacia adentro para entendernos desde nuestro mundo interno como viajeros en el tiempo de la ilusión. En realidad solo existe el ahora, un solo momento donde todo ocurre a la vez.
Bibliografía
Equipo de Salud y Estética.
Angélica Bovino en Youtube.
Ho’oponopono – Morrnah Simeona.
Conversaciones con Dios, Neale Donald Walsch
Imagen de Abel Escobar en Pixabay
